miércoles, 11 de diciembre de 2013
Un abrazo en amistad
Un simple abrazo nos enternece el corazón;
nos da la bienvenida y nos hace más llevadera la vida.
Un abrazo es una forma de compartir alegrías
así como también los momentos tristes que se nos presentan.
Es tan solo una manera de decir a nuestros amigos
que los queremos y que nos preocupamos uno por el otro
porque los abrazos fueron hechos para darlos a quienes queremos.
El abrazo es algo grandioso.
Es la manera perfecta para demostrar el amor que sentimos
cuando no conseguimos la palabra justa.
Es maravilloso porque tan sólo un abrazo dado con mucho cariño,
hace sentir bien a quien se lo damos, sin importar el lugar ni el idioma
porque siempre es entendido.
Por estas razones y por muchas más...
hoy te envío mi más cálido abrazo.
El Principito
“Las personas mayores nunca son capaces de comprender las cosas por sí mismas, y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.”
Poema
FRIDA KALHO
Si tan solo tuviera cerca
de mi su caricia Como a la tierra el aire se la dá
la realidad
de su persona, me haría
más alegre, me alejaría
del sentido que me llena
de gris. Nada ya sería
en mi tan hondo, tan
final. Pero cómo le explico
mi necesidad enorme de tenura! Mi soledad de años
Mi estructura inconforme
por inarmónica
por inadaptada
Yo creo que es mejor irme, irme y no escaparme.
Que todo pase en un instante
Ojalá.
Poema Quejas de Dolores Veintimilla de Galindo
¡Y amarle pude! Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma…
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Sus palabras sonaron en mi oído
como música blanda y deliciosa;
subió a mi rostro el tinte de la rosa;
como l ahoja en el árbol vacilé.
Su imagen en el sueño me acosaba
siempre halagüeña, siempre enamorada;
mil veces sorprendiste, madre amada,
en mi boca un suspiro abrasador;
y era él quien lo arrancaba de mi pecho;
él, la fascinación de mis sentidos;
él, ideal de mis sueños más queridos;
él, mi primero, mi ferviente amor.
Sin él, para mí el campo placentero
en vez de flores me obsequiaba abrojos;
sin él eran sombríos a mis ojos
del sol los rayos en el mes de abril.
Vivía de su vida apasionada;
era el centro de mi alma el amor suyo;
era mi aspiración, era mi orgullo…
¿Por qué tan presto me olvidaba el vil?
No es mío ya su amor, que a otra prefiere.
Sus caricias son frías como el hielo;
es mentira su fe, finge desvelo…
Mas no me engañará con su ficción…
¡Y amarle pude, delirante, loca!
¡No, mi altivez no sufre su maltrato!
Y si a olvidar no alcanzas al ingrato,
¡te arrancaré del pecho, corazón!
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